lunes, 4 de abril de 2011

MASS EFECT 2 - REVIEW

Bioware ha tomado una decisión muy importante, del calibre de las que aparecen en sus juegos y suelen ser consideradas como relevantes para el transcurso de la historia. El equipo desarrollador canadiense se ha currado una segunda parte de antología, eso que vaya por adelantado, y muchos de vosotros coincidiréis conmigo a estas alturas porque ya hayáis caido en la red tejida por Shepard y sus huestes. Pero ojo, que este RPG con enfoque de acción ya no es tal: yo más bien lo encuadraría como juego de acción en tercera persona con amplio enfoque RPG.
Quizás suene muy categórico, pero no hace falta jugar demasiado para darse cuenta del puñado de detalles que aportan, grano a grano, esta nueva perspectiva para la segunda de las tres entregas prometidas en su día. Shepard, pobre diablo, al que le ponen más parches que al Vampire: Bloodlines, regresa para comandar un nuevo equipo del que, como siempre, deberemos escoger a dos componentes para que nos acompañen en cada una de las misiones que vayamos a desempeñar. Tanto a la hora de dar órdenes a nuestros compañeros como asignando armas y habilidades, el rediseño de la interfaz se antoja un camino rápido a la simpleza y a la acción directa.
Fijaos sí podemos encumbrar la acción en tercera persona de Mass Effect 2 que nuestros avatares en el juego recuperarán salud si permanecen a cubierto sin recibir impactos, mientras que si estamos a punto de morir, la pantalla parpadeará en rojo sangre, como si de un Call of Duty se tratase. Las confrontaciones aumentan en calidad y cantidad: Bioware las ha diseñado y calibrado de modo que siempre haya coberturas que poder utilizar, tácticas que desplegar para flanquear o defender un territorio… Todo ello unido a la sensible mejora del control, sobre todo en lo correspondiente al movimiento del personaje y el mencionado sistema de cobertura, convierten al juego en una perita en dulce para los que disfrutamos del género.
Por supuesto, una cosa no quita completamente a la otra: si puedo osar a catalogar Mass Effect 2como acción, es de justicia defender que no existe un juego de acción con un contexto y una historia tan elaborada, currada y pensada como la que viviremos aquí. Podríamos pensar, y creo que con razón, que el primer Mass Effect se encargó de desplegar ante nuestros sentidos una cantidad ingente de datos relativos a su particular universo: razas, planetas, lenguas, confrontaciones políticas, tecnologías…



He leído en más de un lugar que la hazaña de Bioware con esta franquicia es lo más cercano a Star Wars que nadie haya podido alcanzar en un videojuego. Me parece una afirmación con mucho sentido, que sin ningún tipo de miedos podría extenderse a otros campos de entretenimiento, como el propio cine.
Volviendo a lo comentado, decía que en el primer capítulo se proporcionaba mucha información, a mi juicio, en ocasiones, era demasiado, ralentizando en demasía el ritmo de juego. En Mass Effect 2, el jugador se supone que ya está al día de toda esa información, y aún existiendo gran cantidad de diálogos y nuevos datos -perfectamente elaborados y presentados-, el ritmo es mucho más trepidante y continuo.
Otras decisiones tomadas quizán choquen algo más al rolero de pro: las opciones de personalización para el desarrollo del personaje se han encauzado, por así decirlo, estando mucho más definidas cada una de las seis clases a elegir, siendo menos abiertas que en el Mass Effect original. La desaparición del Mako, esa parte en la que se exploraban los planetas a los que podíamos viajar, se obvia en este caso para desembarcar directamente en nuestro objetivo. Son formas de, una vez más, agilizar cada trámite del juego.
Permanece, por su parte, la forja de la personalidad para Shepard, el cual podrá convertirse en un tipo justo, generoso y altruista, o por el contrario en alguien mucho menos considerado con el resto del mundo, jodiendo al personal si tiene la oportunidad. Me ha gustado esa interacción en ciertas escenas de diálogo, en las que podemos intervenir directamente en el devenir de los hechos y acarreando sus posteriores consecuencias. Por cierto, grande la idea de recordar los rasgos y las decisiones que tomamos en el juego anterior, si es que mantenemos la partida guardada en el disco duro.
Técnicamente, la mejora es sustancial, tanto en el aprovechamiento del engine gráfico como en su optimización -olvidemos esas cargas retardadas de texturas-. El apartado visual sigue mostrando unos modelos con facciones y expresiones asombrosamente conseguidas, así como grandiosos efectos de iluminación y texturas de enorme detalle, así como el característico filtro granulado. El diseño ha subido enteros en lo que respecta a los entornos, mucho más recargados y menos genéricos que en la primera entrega.
Del apartado sonoro, la única queja proviene de que el majestuoso doblaje original, encabezado por Martin ‘Hombre ilusorio‘ Sheen, no tenga ninguna réplica en nuestro idioma. Una pena, sabiendo que en este país existe un enorme nivel de calidad en este campo. Nos conformaremos con los subtítulos.
Conclusión
En mi humilde opinión, Mass Effect 2 es un salto cualitativo respecto a su primera entrega. Seguramente, aquellos seguidores que se consideren más puristas del rol, difieran en muchas de las decisiones tomadas por Bioware en el juego, pensando quizá en la utilización del dudoso verbocasualizar. Para mí, estas decisiones lo hacen mucho más interesante, aprovechándose de la inmejorable base contextual que asentó el primer Mass Effect.

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